Acabados mate: cómo realizar el mejor trabajo en el taller imagen

Uno de los máximos exponentes de la personalización en las carrocerías de los vehículos ha sido la irrupción (y popularización) de las pinturas mate. Si bien al principio lo habitual era encontrarse con este tipo de acabados en piezas como molduras, carcasas de espejos, tiradores de puerta… en la actualidad la gran mayoría de marcas ofrecen esta pintura como opción, incluso en sus modelos más populares.

Y es que de ser una pintura exclusiva de coches 'premium', como con los acabados tricapa, la llegada de las carrocerías mate a modelos compactos y utilitarios de marcas generalistas, hace que cada vez con mayor frecuencia visiten el taller vehículos con carrocería mate para ser reparada.

¿Qué son las pinturas mate?

Técnicamente, el brillo es una percepción visual procedente de la observación de una superficie. Con el fin de percibir el brillo, se requiere una fuente de luz, un observador y un objeto. Cuanta más luz se refleje, la impresión de brillo será más evidente... y cuanta menos, mayor será la percepción mate.

Para realizar un acabado mate, el barniz debe tener presentes agentes sólidos, como el talco, que son capaces de crear una ‘microrrugosidad’ superficial inferior a un micrómetro y lograr el efecto opaco.

Una superficie mate dispersa mucho la luz reflejada y apenas se aprecian reflejos. Las superficies rugosas reflejan la luz no sólo en la dirección principal de la reflexión, sino que se difunden también en otras direcciones. Cuanto más se difunda la luz, menor será la reflexión, apareciendo la superficie mate.

Cómo reparar los acabados mate en el taller

Cuando un vehículo con acabado mate llega a nuestro taller para ser repintado, será necesario conocer ciertas normas de aplicación y de secado, así como otras características que harán especiales la aplicación y permitirán un óptimo resultado final.

Antiguamente eran escasos los acabados mates y, para repintarlos, los talleres disponían de un único aditivo 'mateante', que se añadía al color monocapa. Otra solución era convertir el acabado monocapa en bicapa, con el fin de poder aplicar el barniz mate, incrementando el tiempo y los materiales en la reparación.

Sin embargo, la proliferación de las carrocerías con acabados mate ha obligado a los fabricantes de pinturas a proporcionar nuevos sistemas de pintado para facilitar a los talleres este tipo de reparaciones. En este sentido, son muchos los que se decantan por ofrecer un sistema de barnizado donde se combinan dos barnices diferentes de dos componentes: un barniz completamente mate y otro semibrillante o satinado.

Los fabricantes de pinturas ofrecen diferentes opciones de barnizado, desde la aplicación de los dos barnices por separado, hasta 5 o 6 diferentes mezclas entre los dos barnices para lograr el nivel de mateado o brillo deseado. Para que el pintor pueda decidir qué nivel de mateado necesita el vehículo, los fabricantes disponen de cartas de colores en distintos tonos mates, aplicadas a pistola.

Consejos de aplicación

Para efectuar un trabajo profesional en el taller, será necesario seguir algunas recomendaciones para conseguir óptimos acabados mates, para evitar repetir repintados. En este sentido, es fundamental extremar la limpieza en todo el proceso de pintado con acabado mate, ya que no será posible eliminar las pequeñas motas de polvo u otros defectos, puesto que, durante las operaciones de pulido, el nivel de brillo variaría.

Asimismo, no podrás realizar trabajos de difuminado con integración parcial del barniz, como en un sistema estándar tradicional, ya que se verán alterados los espesores en la zona de integración (donde se funde el barniz viejo con el nuevo). Para intentar unificar los dos barnices será necesario pulir y abrillantar, alterando considerablemente los niveles de brillo. Para realizar difuminados de color dentro de una misma pieza, o en piezas adyacentes, el trabajo ha de concluir con el barnizado completo de todas las piezas pintadas.

Es recomendable realizar pintados parciales en diferentes piezas, utilizando bordes, molduras etc., siempre que antes se haya elegido el nivel de brillo más acorde con la reparación. También debes tener en cuenta que, a la hora de pintar, el nivel de brillo alcanzado puede ser mayor en los colores claros y metalizados puros y en los colores dorados o bronces claros.

Por otra parte, podrás observar diferencias de brillo de una misma mezcla, al ser aplicada sobre superficies horizontales o verticales. Por eso, es aconsejable realizar la aplicación de una probeta en la misma posición y color, y compararla con el área a repintar.

Asimismo, los grados de brillo pueden variar en función del grosor de la película y de la forma de aplicación. Una capa gruesa será más brillante que una fina, y una capa seca será más mate que una húmeda. Por lo tanto, hay que obtener unos espesores óptimos (por ejemplo, entre 45-55 micras).

En este sentido, debes dejar evaporar completamente el barniz entre mano y mano. La superficie debe estar completamente mate antes de aplicar una nueva mano de barniz. Igualmente, se debe dejar evaporar completamente la última mano de barniz y observar el aspecto mate uniforme de toda la superficie antes de comenzar con el proceso de secado.

Muy bonita pero poco ‘sufrida’

Por las características propias de los acabados mate, los cuidados que deben recibir serán meticulosos, ya que en este tipo de acabados es más fácil que se produzcan pequeñas marcas o arañazos que los desluzcan. 

De este modo, conviene que conozcas algunas claves para trasladar a tu cliente al que acabas de repintar un coche con acabado mate. En primer lugar, el propietario de un coche con acabado mate debe tener mucho cuidado con la apertura de las puertas, el uso de los tiradores o manillas de puerta, así como en los roces en los estribos al entrar y salir del vehículo, etc. 

Al repostar, también debe tener cuidado con los derrames de combustible en los acabados mates. Si esto sucediera, se deberá retirar, lo antes posible, el combustible de la superficie mate. Lo mismo sucede con excrementos de pájaros, restos de insectos…  Para retirarlos, se tendrán que poner a remojo con abundante agua para que se ablanden y, después, eliminar con agua a presión.

A la hora de lavar el vehículo, se deben evitar limpiadores de pintura, abrasivos, pulimentos y ceras abrillantadoras de uso convencional, ya que afectarían directamente al brillo. Sí se podrán emplear limpiadores específicos para acabados mates.

No son recomendables los túneles de lavado, ya que la fricción de los rodillos, junto con los jabones y productos de abrillantado que utilizan, afectarán de manera negativa al acabado mate. La mejor opción será el lavado a mano, con una esponja muy suave, jabón neutro y abundante agua.

También se debe evitar la limpieza del vehículo bajo el sol o cuando la chapa tenga una temperatura excesiva. Las limpiezas repetidas del vehículo, con el tiempo, pueden provocar diferencias de brillo.

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