Coches cada vez más tecnológicos ¿Sabías que lleguen a los talleres en 2030 tendrán el triple de sensores que mantener?

Antes de que finalice esta década, el mercado mundial de los sensores para automoción pasará de los actuales 24.300 millones de dólares (unos 22.765 millones de euros) a 74.400 millones de dólares (69.701 millones de euros).

Este crecimiento del mercado, recogido en un reciente informe de Strategic Market Research, estará impulsado por "la creciente necesidad de nuevos sensores en los vehículos híbridos y eléctricos" y por "el aumento considerable del número de dispositivos electrónicos personalizados que incorporarán todos los vehículos". Supondrá también nuevas oportunidades de negocio para los talleres de chapa y pintura, que adquieran los conocimientos y herramientas necesarias, para la revisión, calibración y reparación de esos sensores.

Según los autores del estudio, detrás de este incremento del número de sensores que montarán los nuevos vehículos que circulen por las carreteras se encuentra el enfoque en la seguridad de las autoridades y la industria de automoción, con el establecimiento de ambiciosos objetivos en materia de reducción de accidentes y víctimas mortales en siniestros de tráfico.

Necesidades de mantenimiento específicas

Con todo, los sensores también jugarán un papel importante a la hora de aumentar la comodidad de la conducción, el rendimiento del vehículo y el ahorro de combustible. Tanto en un caso como en el otro, se generarán necesidades de mantenimiento específicas de los vehículos, con intervenciones de alto valor económico por el mayor precio relativo de estos componentes, que contribuirán a incrementar el negocio de los talleres de carrocería que hagan visible su oferta de servicios en este campo.

La última frontera del desarrollo de los sensores para automoción, según Strategic Market Research, se sitúa en la integración de las tecnologías más avanzadas de conectividad y de automatización, de las redes móviles de sexta generación (6G) y de las aplicaciones más modernas del Internet de las Cosas.

El objetivo último es minimizar la posibilidad de que ocurra un accidente de tráfico en vehículos cada vez más automatizados. Nos encontraríamos entonces en un escenario de menos reparaciones por accidentes, pero más mantenimiento en los talleres de toda la tecnología que hace posible esa movilidad segura, conectada y autónoma.

El futuro que ya es presente

Si bien es previsible que de aquí a 2030 los vehículos incorporen cada vez más sensores y radares con el aumento de las ayudas a la conducción y a una mayor autonomía en la conducción, lo cierto es que ya son muchos los sistemas que deben incorporar de forma obligatoria. 

De este modo, cabe recordar que desde el 7 de julio de 2022 son obligatorios en los vehículos de nueva homologación ocho nuevos sistemas de ayuda a la conducción (ADAS por sus siglas en inglés) que mejorarán la seguridad del vehículo, sus ocupantes y el resto de usuarios. Y en julio de 2024 todos los vehículos nuevos que se vendan en la UE deberán tener ya instalados estos sistemas ¿Y cuáles son?

Podemos hablar realmente de seis ADAS y otros dos sistemas de seguridad.

ADAS ya obligatorios

Asistente de velocidad inteligente (ISA): conecta el Control de Crucero Adaptativo (ACC) con el sistema de Reconocimiento de Señales para adecuar la velocidad del vehículo a la de la vía.

Detector de fatiga y somnolencia: ayuda y alerta al conductor antes de que pierda su capacidad de concentración al volante.

Frenada de emergencia: asegura que la frenada se realice con la intensidad necesaria para detener el coche, reduciendo al máximo la distancia.

Cámara trasera con alerta de tráfico cruzado: ayuda a maniobrar marcha atrás. Las más completas marcan la trayectoria con líneas de guía auxiliares.

Alerta de cambio involuntario de carril: avisa al conductor de que pierde la trayectoria y se está saliendo del carril.

Alerta de cinturón en las plazas traseras: determina si una plaza está ocupada, mediante un sensor de carga.

Sistemas de prevención y registro

Alcoholímetro integrado: de momento solo para profesionales. Los vehículos particulares llevarán una preinstalación para facilitar la implementación de un alcoholímetro con bloqueo del arranque para evitar que el vehículo se ponga en marcha y el conductor circule bajo los efectos del alcohol.

Sistema EDR (Event Data Recorder): conocida popularmente como la 'caja negra' de los coches se trata de un sistema de registro y almacenamiento de datos de colisiones que recopila información del vehículo y de sus ocupantes. En caso de siniestro, permite conocer lo que ha ocurrido antes, durante y después.

Por tanto, con tanta tecnología en los vehículos el negocio de la calibración de los sistemas ADAS se convierte en un elemento clave para los talleres que adopten esta tecnología, y que supone no sólo una ventaja competitiva frente a la competencia sino una fuente creciente de ingresos.

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