
Conseguir el acabado perfecto en cada operación no es una tarea fácil para el pintor de vehículos. Como ya hemos comentado en otras ocasiones en El Blog del Pintor el repintado de automóviles es todo un arte y requiere un trabajo minucioso en cada una de sus fases.
Desde la preparación de la superficie y de los materiales hasta la aplicación de la última capa de barniz y el secado, un pequeño error, por minúsculo que este sea, puede estropear todo nuestro trabajo.
Por eso, por la pérdida de tiempo y por la incidencia que tiene en los costes del taller, realizar un trabajo impecable de principio a fin en cada intervención debe ser siempre el ‘mandamiento’ de todo especialista en el repintado de vehículos.
Ya hemos comentado en este blog, algunos de los defectos más comunes que nos podemos encontrar al repintar un coche. Sin embargo, existen muchos más. En este post vamos a analizar por qué se forman y cómo solucionar la aparición de arrugas en la ‘piel’ del vehículo que acabamos de repintar.
¿Por qué se forman las arrugas?
Las arrugas, no son un problema de la edad del vehículo —y eso que el parque cada vez está más envejecido—. Este defecto no es nada más que la aparición de pliegues y ondulaciones en la pintura levantándola y dando un aspecto de arrugado.
Así, el origen de este defecto viene dado principalmente por la acción de los disolventes o diluyentes en capas anteriores, los cuales, bien sea por que reaccionan con el substrato o porque se quedan atrapados e intentan salir a la superficie, levantan e hinchan la última capa de pintura.
Este defecto generalmente se localiza en las capas de pintura de acabado final, como pueden ser las bases bicapa y tricapa o los esmaltes de acabado. Este fallo se puede observar durante la aplicación o una vez se seca la pintura.
De este modo, este efecto como de superficie arrugada suele aparecer por la reacción química entre dos fondos incompatibles, por ejemplo, por la utilización de esmalte de secado rápido aplicado sobre un fondo de secado lento.
Asimismo, trabajar con capas demasiado gruesas o combinar un sistema de húmedo sobre húmedo con un endurecedor/diluyente incorrecto puede dar origen a este fallo del mismo modo que la pulverización excesiva de un fondo no endurecido
¿Cómo prevenir las arrugas?
Una vez detectado por qué se forman, resulta menos complicado entender cómo evitar que surjan arrugas en la superficie repintada de un vehículo. De este modo, no debemos trabajar sobre capas muy gruesas (respeta los espesores recomendados en la ficha técnica). Mientras, debemos controlar que todos los productos utilizados son del mismo sistema de repintado, de tal forma que todos los productos sean compatibles tanto con el substrato como entre las diferentes capas.
De igual forma, debemos respetar los tiempos de evaporación y secado entre mano y mano especificados en la ficha técnica, así como usar la combinación de endurecedor/diluyente recomendada.
Un fallo habitual: cuando se repinta un sistema bicapa, antes de aplicar barniz o laca, has utilizado el mismo diluyente del barniz para limpiar la superficie. Entonces, este reacciona con el bicapa dado que esta pintura, una vez seca, es muy sensible, lo que provoca las arrugas. Para evitarlo, siempre es necesario aislar el bicapa con el uso de un fondo sellador.
¿Cómo solucionar las arrugas?
Ojalá fuera tan sencillo como aplicar una crema que igualara toda la superficie. Sin embargo, esto no es así. En el caso de sea un defecto de poca importancia, deberemos dejar secar bien la superficie. Después, lijaremos hasta llegar a la capa endurecida y, seguidamente, pintaremos de nuevo.
En cambio, si el fallo es importante, deberemos decapar todo el pintado, procediendo seguidamente a la aplicación de una nueva capa.