Defectos de repintado: qué son las marcas de lijado y cómo evitarlas imagen

El Blog del Pintor es una Comunidad online para especialistas del repintado de vehículos, en la que intercambiar opiniones, compartir experiencias, trabajos y estar al tanto de las últimas tendencias y tecnologías al servicio de nuestro colectivo profesional. Asimismo, uno de los aspectos fundamentales que buscamos con esta iniciativa es facilitar el trabajo diario en el área de carrocería o del taller especialista en chapa y pintura.

Si eres habitual de nuestro blog, ya habrás leído en más de una ocasión, la importancia que damos a todos y cada uno de los procesos que componen la reparación de carrocerías de automóviles, pues de su correcta ejecución dependerá que el acabado final de cada trabajo que acometemos en el taller sea óptimo para satisfacer tanto las expectativas del cliente, como los intereses del taller en términos de productividad y rentabilidad.

Y es que, el más mínimo fallo, por pequeño que sea, en cualquiera de las etapas (desde la preparación o el enmascarado hasta el secado del acabado final) puede arruinar nuestro trabajo. Si bien buena parte de esos errores se concentran tanto en la aplicación como en el secado incorrecto de las distintas capas, no lo es menos que también otros procesos mal realizados pueden provocar defectos en el repintado.

¿Qué son las marcas de lijado?

De este modo, el proceso de lijado también puede ser el origen de dichos defectos de repintado. En este sentido, el más claro puede ser las marcas de lijado, que son marcas o surcos que se producen por un lijado demasiado basto en las zonas de preparación, o por falta de poder de relleno de la pintura (capacidad para rellenar defectos de nivelación).

Las marcas de lijado, de esta forma, pueden aparecer bien de forma aislada, o bien en forma más concentrada localmente. ¿Y por qué aparecen? Como posibles causas, se puede pensar en que el aparejo y/o el plastecido se trabajaron con un papel de lija demasiado grueso (elección inadecuada del grano del abrasivo), o bien no se respetaron los tiempos de secado o endurecimiento prescritos en los materiales de base (se ha lijado el aparejo antes de que estuviese seco).

Asimismo, este defecto puede surgir por una elección inadecuada de la órbita de la lijadora, una insuficiente cantidad de producto para cubrir y rellenar los surcos de lijado, o bien por una preparación deficiente de las capas de fondo. También se puede dar este defecto porque la masilla de poliéster no se haya lijado lo suficiente o que la masilla no se ha aislado correctamente antes de aplicar el acabado.

¿Cómo evitar y corregir las marcas de lijado?

Las marcas de estrías de lijado pueden evitarse mediante el empleo de papeles de lija con el granulado recomendado, de acuerdo con las características de los materiales (seleccionar el grano de abrasivo adecuado en función de la capa de pintura a lijar). También podemos evitar este defecto si respetamos el tiempo de secado del aparejo indicado en su ficha técnica antes del lijado.

De igual forma, según la capa de pintura a lijar, así deberemos seleccionar la órbita de la lijadora (órbitas pequeñas para capas de acabado). Del mismo modo, se deben afinar las superficies lijadas con el fin de aplicar la cantidad adecuada de producto que cubra o rellene las marcas. También podemos aislar la zona con aparejo 2K.

Un truco puede ser la aplicación de un negro de control antes del lijado en fino del plaste y del aparejo, como guía de lijado.

Para solucionar este defecto, es aconsejable secar bien y lijar la base estriada para poder proceder a la aplicación de un nuevo esquema de pintado, aparejo y laca de terminación, o bien decapar y repintar.

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