
Ningún trabajo de repintado en el taller de reparación de carrocería se puede dar por completado totalmente sin una inspección final que nos asegure la ausencia de defectos. Esos posibles defectos en la pintura pueden ser ya visibles a lo largo del proceso de pintado de la pieza o del vehículo, pero es al final de dicho trabajo cuando puede evaluarse su alcance.
Para efectuar este análisis conviene proceder siempre con cierta metodología, que nos permita la revisión de todo el vehículo, no sólo de las piezas repintadas, ya que algunos defectos, como pueden ser los pulverizados, han podido afectar a otras piezas adyacentes como molduras, pilotos…
Y es que la correcta identificación de estos fallos es importante no sólo para conocer su origen (qué los ha causado), sino también para evitar que vuelvan a repetirse. No en vano, esquivar estos fallos en el futuro mejorará la productividad del taller y, por tanto, su rentabilidad, ya que las repeticiones de trabajos para la eliminación de defectos implican tanto pérdida de tiempo (tiempo invertido pero no facturado) como aumento de los costes de la reparación (mayor gasto de material).
Por eso, es fundamental que el pintor ponga el máximo cuidado en cada fase del proceso de repintado para conseguir acabados perfectos a la primera. En este sentido ¿sabes por qué aparecen las bolsas de aire y cómo evitarlas?
Defectos de repintado: bolsas de aire
El defecto conocido como ‘bolsas de aire’ (‘blowing’, en inglés) no es más que la aparición de burbujas o ampollas grandes y redondas que habitualmente surgen en líneas de unión, esquinas o bordes, y en superficies con gran cantidad de masilla. Así, se trata de aire atrapado y expandido por debajo de la pintura, que acaba produciendo una separación total entre la película de la pintura y el sustrato.
¿Y por qué aparecen? Este defecto suele ocurrir por varias causas. La primera de ellas puede tener que ver con una aplicación de la masilla deficiente, que deje aire retenido en su interior. También, podemos encontrarnos este fallo por unos bordes de desconchados poco o mal lijados, por una preparación y sellado del substrato deficiente, especialmente cuando se trabaja sobre GRP, o bien por una aplicación de calor excesiva durante la fase de secado.
Asimismo, puede haber porosidad y bolsas de aire en la imprimación debido a una falta de dilución de la mezcla, por una excesiva presión del aire o por una aplicación seca.
Cómo evitar las bolsas de aire
Como siempre, la prevención es la mejor aliada del pintor en el taller de chapa y pintura. De esta forma, para evitar las bolsas de aire en nuestro trabajo de repintado conviene asegurarnos de que realizamos una aplicación correcta de masilla, imprimación y aparejo, así como que utilizamos siempre los diluyentes recomendados y que empleamos las técnicas de aplicación correctas.
También, además de lijar correctamente los bordes de pintura desconchada, debemos evitar la aplicación excesiva de pintura, así como asegurarnos de que ésta llega a todas las esquinas. De igual manera, es recomendable examinar la superficie para localizar posibles porosidades, especialmente al trabajar sobre GRP (prepararlo y sellarlo de forma correcta), además de evitar un calor excesivo durante el secado.
Para corregir las bolsas de aire, la pintura debe eliminarse desde el fondo de la ampolla, solucionando cualquier defecto subyacente y volviendo a pintar la zona afectada.
¿Quieres saber cómo evitar (y resolver) otros defectos de repintado? Asómate a este post donde podrás conocer qué es el metamerismo o cómo eludir, entre otros, la piel de naranja, los cráteres, las arrugas,o los cuarteados. Y si lo que quieres es conocer los mejores trucos de tres experimentados profesionales del repintado no te pierdas este otro post.
En cambio, si lo que te preocupa es la productividad de tu negocio de reparación de carrocería, aprende a detectar tres factores que influyen o pueden influir tanto en la productividad del taller como para ponerla en riesgo o, al contrario, dispararla.