Productividad y sueño

El sueño es una función biológica imprescindible para mantener las funciones vitales. Así, para consolidar la memoria o eliminar residuos del cerebro, el descanso es fundamental. Además, la calidad del sueño afecta a la productividad tanto a corto como a largo plazo. De hecho, se ha demostrado cómo el insomnio en los trabajadores genera importantes pérdidas económicas.

Este domingo 28 de marzo a las 2 de la madrugada pasarán a ser las 3. Una hora menos de sueño que, a pesar de que no hay estudios suficientes que demuestren que el cambio horario afecta directamente a nuestra salud en general, sí hay indicios suficientes como para que la Unión Europea se plantee suprimirlo.

Indicios como el aumento de accidentes de tráfico los días posteriores al cambio, aumento de los ataques al corazón, de lesiones laborales etc. Situaciones que podrían parecer casuales pero que se han considerado señales de la posible repercusión del cambio de hora.

Somnolencia, insomnio, migrañas… los efectos del cambio de hora son numerosos y pueden afectar a nuestro rendimiento en el trabajo y, por tanto, a nuestra productividad…

Dormir mal nos hace menos productivos

En España, la Sociedad Española del Sueño (SES) indica que se pierden cerca de 2.800 millones de euros al año (aproximadamente un 1% del PIB) por las consecuencias de dormir mal. Mientras, países como los Estados Unidos llegan a dejarse el 1,86% de su PIB, Japón el 2,92% y Alemania entre el 1,02% y 1,56%, según un estudio de Rand titulado ‘Por qué dormir importa: los costes económicos de no dormir lo suficiente’.

Si dormir bien implica lograr unos niveles de productividad adecuados, hacerlo mal lleva a entornos de productividad muy por debajo de lo normal. Aunque para entender cómo afecta el sueño a la productividad conviene desglosar los factores que afectan a esta.

Impide el aprendizaje y la concentración

El sueño ayuda al aprendizaje y la memoria. De hecho, desde hace tiempo se conoce que el sueño es imprescindible, por ejemplo, antes de un examen para recordar mejor lo aprendido. También es clave hacerlo después de un evento si se pretende recordarlo con fidelidad.

Algo similar ocurre con la concentración en el puesto de trabajo. Aquellas personas privadas de sueño se ven incapaces de prestar atención de forma óptima. Ninguna de las dos son buenas noticias ni para la productividad ni la seguridad laboral, que exige concentración, agilidad física y mental...

Aumenta el estrés

Asimismo, la falta de sueño también favorece niveles de estrés muy superiores a los obtenidos con un sueño reparador. Y lo peor es que se retroalimentan: niveles altos de estrés pueden generar insomnio. Según los últimos estudios sobre calidad de sueño y estrés, este círculo puede romperse tras varias noches de sueño profundo. Dado que el estrés es un factor que impide lograr una productividad laboral plena, dormir bien resulta imprescindible.

Merma la creatividad

Aunque algunos estudios han encontrado una relación entre los genios y problemas de sueño, se discute si la relación es inversa: son genios, quieren crear y no pueden dormir por ello. Para el resto de los mortales, la realidad es que la privación del sueño generalmente degrada la agilidad mental y las funciones cerebrales de orden superior, lo que afecta también a la creatividad.

Favorece el sobrepeso

La calidad del sueño tiene un importante impacto en la forma en que se gana o se pierde peso. De hecho, se ha señalado a la mala calidad del sueño como factor promotor de la obesidad, y hace tiempo que se conoce que los trabajadores con sobrepeso tienen una productividad inferior que aquellos con un peso saludable.

Así, tener hábitos de vida saludables y hacer ejercicio físico intenso con frecuencia es muy importante para cuidar la salud, y su falta o escasez tiene un impacto negativo en la productividad. Además, son factores que se retroalimentan: dormir mal puede hacer ganar peso, y la obesidad puede ser una barrera de entrada al deporte que, a su vez, ayuda a conciliar el sueño.

¿Causa depresión?

Si bien dormir mal no causa depresión, sí puede agudizarla. La falta de sueño puede provocar que la depresión sea más grave, y viceversa, según el Instituto del Sueño. Además del impacto en lo personal, la depresión es una enfermedad con efectos desfavorables en el lugar de trabajo. La literatura científica ha sido capaz de estimar el (elevado) coste económico de la depresión.

¿Origen de otras enfermedades?

Buena parte de la falta de productividad en el trabajo viene derivada del absentismo laboral por bajas médicas. Y es aquí donde entra en juego un sistema inmune debilitado por falta de sueño. Son muchos los estudios que vinculan todo tipo de enfermedades a esta carencia.

Por ejemplo, es más probable coger un resfriado común si el sistema inmune no ha sido restaurado como debe durante el sueño. También es más probable recaer en una enfermedad, o que cualquier evento traumático (como un golpe) tenga una peor evolución.

Descansar adecuadamente resulta imprescindible para ser productivos. Y la falta de sueño o un sueño de mala calidad tiene consecuencias económicas de calado. Por eso, y por las evidentes mejoras en el ámbito personal, merece la pena promover prácticas saludables en la empresa como hacer ejercicio y dormir lo recomendado.

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