
El buen mantenimiento de los equipos del taller de chapa y pintura contribuye a la eficiencia y productividad, incluso, a la propia rentabilidad del negocio. En el caso de los establecimientos de reparación de carrocería, un elemento especialmente crítico al que deberíamos prestar atención extra es la cabina de pintura.
Y es que la cabina proporciona el ambiente idóneo para un repintado de calidad, aportando ventajas desde distintos puntos de vista. Por un lado, mejora la calidad de la aplicación y facilita la homogeneidad de los colores (por ser zona libre de suciedad, por su adecuada iluminación…).
Al ser un recinto cerrado en el que entra el vehículo o la pieza a pintar, es idóneo para los trabajos de pintura pues la circulación forzada del aire que se consigue en su interior permite un ambiente libre de polvo y suciedad (además de retener la mayoría de las partículas y Compuestos Orgánicos Volátiles (VOC, en sus siglas en inglés).
Asimismo, la cabina acelera el proceso de secado, por no hablar de que permite al pintor trabajar en unas condiciones controladas, reduciendo los riesgos de incendio y sanitarios.
La importancia del mantenimiento de la cabina de pintura
Como ves, contar una buena cabina de pintura, asi como con los productos adecuados, es clave para conseguir acabados perfectos en el taller. Sin embargo, no basta con adquirir la mejor cabina. Después hay que someterla a un correcto mantenimiento periódico. De este modo, si recibe buenos cuidados, siempre lograremos operaciones perfectas, con menos posibilidad de repeticiones de trabajos, y, al mismo tiempo, clientes satisfechos.
Las cabinas de pintura necesitan grandes cantidades de aire por motivos de fiabilidad operacional, así como para proteger la salud de los trabajadores y evitar una expulsión excesiva de contaminantes al medioambiente. Por eso, ensu interior, el aire debe mantenerse en excelentes condiciones.
De este modo, cualquier ineficiencia en la filtración puede provocar que cualquier partícula transportada por el aire acabe depositándose en las piezas o el coche a repintar, y ocasionar un mal acabado que obligue a repetir trabajos (con su impacto negativo en la rentabilidad del negocio por el sobrecoste que conllevan) o, lo que es peor, en acabados defectuosos que provoquen clientes insatisfechos.
Por otro lado, un mal mantenimiento puede desembocar en averías en la cabina que obliguen a inutilizarla durante un periodo de tiempo (que puede ser más largo de lo que nos gustaría en función de la gravedad de la avería), lo que nos obligue a parar la producción con todo lo que ello conlleva.
Consejos de uso y mantenimiento de la cabina de pintura
Todos estos motivos son suficientes para que prestemos a la cabina de pintura toda la atención que se merece. Pero ¿como llevar un correcto mantenimiento?
En primer lugar, hay que tener en cuenta algunos consejos generales que, por obvios, pueden ser infravalorados. Así, el vehículo (o la pieza) a pintar debe ser limpiado antes de entrar en la cabina. Además, antes de pintar, el suelo también debe estar limpio.
De igual forma, debemos, en lo posible, evitar entrar y salir mientras se está pintando. También, el pintor debe ir con la vestimenta idónea y, antes de entrar, se debe cambiar el calzado y no debe introducir ningún material salvo el estrictamente necesario (pistola de pintar, decantador de agua…). Y ni que decir tiene que debe estar totalmente prohibido fumar dentro de la cabina.
Recomendaciones de mantenimiento
Además de estas recomendaciones generales, no podemos olvidar otros consejos más específicos de mantenimiento que tienen que ver con los distintos elementos de la cabina.
Así, no olvides por ejemplo, la limpieza de las paredes cada 7-15 días, así como pintarlas cada 3 meses o 700 horas. De igual modo, conviene limpiar las lámparas cada 30 días con aire a presión o con estropajo de aluminio fino.
Por otra parte, es importante una limpieza periódica de las rejillas del piso para evitar la retención de polvo e impurezas, así como cambiar el agua de las bandejas cada 15-20 días, llenándolas con agua limpia.
También es fundamental comprobar cada 6 meses el estado de las gomas o juntas de las puertas de la cabina, sustituyendo los tramos que se encuentren en mal estado; purgar periódicamente el compresor y los purificadores, y verificar cada 2-3 semanas sus elementos internos, limpiándolos si fuera necesario.
De igual modo, conviene limpiar los filtros del combustible cada 4 meses y 1 o 2 veces al año el motor de la turbina con un aspirador de polvo y comprobar regularmente el tensado de las correas.
Por último, no podemos olvidar la limpieza regular de los filtros con un aspirador de polvo y aire comprimido, así como su sustitución cada 120 horas de funcionamiento. En el caso de los filtros de techo o Plenum, la sustitución debería hacerse cada año o 1.200 horas de funcionamiento y los del suelo, cada 2 semanas.
En cuanto al mantenimiento periódico de chimeneas y quemador debe ser encargado a personal especializado. En este sentido, no olvides que, en caso de contratar el mantenimiento de la cabina con una empresa externa, el taller está obligado a llevar a cabo la Coordinación de Actividades Empresariales tal y como establece el Real Decreto 171/2004.
La cabina de pintura es un elemento clave en el taller de carrocería, por lo que conviene que esté siempre a punto, al igual que el resto de equipamiento del taller: evitarás tiempos muertos y retrasos innecesarios, como te contábamos en este post. Y si lo que quieres es mejorar la eficiencia del taller, no te pierdas este otro.